Todas las técnicas mencionadas se ocupan de colágeno de la superficie de la piel. Aunque eficaces, no son capaces de alcanzar el colágeno en la parte inferior de la dermis o los tejidos de soporte por debajo conocidos como tejido subcutáneo.
Dos importantes descubrimientos recientes han superado este problema:
a. El tratamiento con energía de radiofrecuencia es el más efectivo entre los disponibles en la actualidad para lograr la remodelación más profunda de colágeno. Durante esta terapia, la energía pasa de una punta especial que se aplica a la piel, a una almohadilla de retorno colocada en otro lugar del cuerpo. La punta se enfría para proporcionar comodidad. El tratamiento es considerado actualmente el mejor para alisar y reafirmar la piel y de hecho se puede realizar en casi cualquier zona del cuerpo, entre ellas: la cara y el cuello, el abdomen, los muslos, las nalgas, los brazos, las manos e incluso los párpados y los labios. Las innovaciones médicas han hecho de este tratamiento el más utilizado en Estados Unidos durante los últimos tres años.
b. El láser que se utiliza en la liposucción es otro que también proporciona la remodelación del colágeno a partir de un nivel profundo. Durante la liposucción, la fibra láser se coloca a través de la piel en la zona por debajo del tejido subcutáneo. Mientras que el láser derrite la grasa, su verdadera ventaja es la promoción de la remodelación del colágeno. Se ha demostrado que resulta en una reducción de hasta el 25-30% en el tamaño de la piel que cubre el área de la liposucción. Esto ayuda a mejorar los resultados de la liposucción porque reduce la posibilidad de que la piel quede colgante como puede ocurrir con las técnicas de liposucción del pasado. Dado que este nuevo láser actúa por debajo de la piel, también proporciona un efecto de remodelación del colágeno muy profundo.
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